Sara Herrera es Fisioterapeuta en la Ciudad de Panamá, y nos habla en esta entrevista acerca de la "Fisioterapia funcional de suelo pélvico en mujeres y hombres", consejos acerca de cuándo recurrir a tu fisioterapeuta y qué esperar de la terapia una vez inicie y comience a dar resultados. En exclusiva con Lorena Martínez para SaludPanama.com.
Las disfunciones del suelo pélvico pueden llegar a catalogarse un problema de salud pública, llegando a ser considerada una "epidemia oculta". A raíz de este término me siento en la profunda necesidad de dar a conocer un abordaje tan determinante en la recuperación de la salud pélvica integral de una persona con la intervención oportuna y funcional de la fisioterapia especializada de suelo pélvico por las evidencias y cambios que representan en la vida de un paciente que padece cualquiera de dichas alteraciones.
Después de estar dedicada por más de 10 años a la atención de la fisioterapia obstétrica en Panamá y conocer a fondo las carencias con las que muchas mujeres viven a diario luego de pasar por la maternidad y retornar a su estado fisiológico de mujer, el tema de atender las disfunciones pélvicas por un fisioterapeuta aún es considerado fuera del escenario real y cotidiano, pero poco a poco estamos creando la conciencia y permitiendo que más personas puedan mejorar y tener una vida plena luego de un tratamiento funcional de suelo pélvico.
Algunas de las condiciones patológicas tratadas por la fisioterapia de suelo pélvico junto con el médico especialista (ginecólogo, obstetra, urólogo, proctólogo, oncólogo) son: la Incontinencia urinaria, la incontinencia fecal o de gases, presencia de cicatrices posparto, diástasis abdominal, disfunciones sexuales (vaginismo, dispaurenia, vulvodinia), dolor pélvico crónico, pubalgia, prostatitis, hemorroides, cicatrices postquirúrgicas dolorosas perineales y abdominales, entre otras.Estas enfermedades mencionadas parecieran que aún en la actualidad de Panamá solo pudiesen ser tratadas por los médicos especialistas con medicamentos, ciertos procedimientos quirúrgicos o quizás vivir con la condición sin solución, pero lo que sí es cierto es que éstas pueden llegar afectar en gran medida la calidad de vida de quien la padece y cuando se permite intervenir a la fisioterapia, realmente el escenario y su realidad tienen otro sentido y un cambio drástico.
Por eso como fisioterapeutas trabajamos la funcionalidad de la musculatura perineal (suelo pélvico), la capacidad de respuesta a la continencia, el reconocimiento de las sensaciones normales y las afectaciones, el contacto con las zonas íntimas y órganos sexuales de nuestro cuerpo y sus capacidades,pero sobre todo a tener la esperanza de que sí se puede tener un mejor estilo de vida creando conciencia de lo que nuestra salud pélvica necesita; utilizando los recursos, las herramientas y el conocimientode los especialistas que estamos capacitados para atender estas condiciones que todavía tienen un gran mundo por conocer.
En los últimos años se ha experimentado una creciente atención por parte de la sociedad para la prevención de las disfunciones perineales (suelo pélvico), ya que se ha observado que factores como una cicatriz de cesárea, una episiotomía, estreñimiento, malos hábitos miccionales (orinar) y defecatorios, dolores menstruales y la presencia de hiper o hipotonía muscular a mediano o largo plazo si no son tratadas de forma precoz pueden derivar en patologías más complejas.
Es por ello que, la fisioterapia juega un papel importante en la atención de disfunciones de suelo pélvico, que se centra en la prevención y el tratamiento de todos los tipos de trastornos funcionales de las regiones abdominal, pélvica y lumbar, que está considerada como un problema de salud de alta prevalencia en mujeres, hombres y personas ancianas o adultos mayores.
Dentro de las indicaciones clínicas más comunes a tratar están la incontinencia urinaria por esfuerzo y la prostatectomía radical, que se caracterizan por presentar escapes de orina de manera involuntaria como síntoma principal, y para esto la fisioterapia tiene como objetivo mejorar la fuerza mediante el entrenamiento de la musculatura del suelo pélvico y la coordinación de los músculos periuretrales como lo hacemos en Terapia Saheba, mediante la conciencia de la musculatura perineal, la educación sexual y la utilidadde aparatología como la tecarterapia uroginecólogica (innovación en radiofrecuencia) que tiene como objetivo buscar el equilibrio pélvico en todos sus sistemas, tanto osteoarticular, miofascial, muscular como orgánico.
Con la tecarterapia uroginecológica trabajamos un abordaje endocavitario, transperineal o transpélvico que actúa sobre los tejidos musculares y nerviosos del aparato genital femenino y masculino, reactivando los procesos naturales de reparación y ejerciendo un efecto antiinflamatorio gracias a las activación microvascular y molecular donde estimulamos la creación equilibrada de colágeno y elastina. Además, mejora la lubricación vaginal, devolviendo su equilibrio biológico.
La radiofrecuencia puede ser utilizada en todas las edades disminuyendo la incontinencia y por ende mejorando la calidad de vida de los pacientes. El tratamiento se estipula luego de la evaluación fisioterapéutica especializada de cada paciente, generalmente lleva una frecuencia de 8- 12 sesiones personalizadas, es indoloro, no invasivo, sin ningún riesgo de infección y con resultados muy efectivos desde las primeras sesiones.
En lo personal, cuando me involucré en esta rama de la fisioterapia empecé realmente a cambiar vidas en las personas que confiaban en mi y así con el tiempo a dejar un legado en mis pacientes. Luego, los primeros pacientes que tuve me fueron de inspiración para sumergirme cada vez más en esta especialidad que toma un rumbo impresionante cuando se atiende de manera integral.
La fisioterapia está considerada a menudo como el tratamiento de primera elección dado su carácter no invasivo y los resultados positivos en términos de alivio de los síntomas y aumento de capacidades funcionales de todo lo que comprende el CALP (Cavidad Abdomino- Lumbo- Pélvica) tanto en mujeres como en hombres.