La organización de marchas o concentraciones como método para llamar la atención sobre aspectos que la población considera deben dejar de suceder o cambiar no es algo nuevo en nuestro país. Pero que sean cada vez mayor la participación de personas en las mismas, quizá.
No hay una temática en especial. Recaudar fondos para obras benéficas, promover un buen estado de salud, generar conciencia sobre el impacto que tienen algunas enfermedades y condiciones, para reclamar por el incumplimiento de promesas y últimamente, abusos de poder que se reflejan en corrupción e impunidad son algunas de las razones por las cuales se llevan a cabo las mismas.
Lo que si tienen en común es que muchas de las personas que se hacen presentes, concentran más su atención en la razón por la que deben asistir, más no en como hacerlo sin afectar su salud.
Bajo este panorama, hay quienes en ocasiones acuden a estar marchas pensando que ropa deportiva, sobreros o gorras y protector solar son más que suficiente, olvidando que durante estos eventos los pies son los que más sufren. Y sin contar a quienes ni siquiera con ropa deportiva asisten.
Tener dolor de pies luego de una larga caminata o concentración no es algo inusual. Los pies son la parte del cuerpo que más recibe castigo durante el día, especialmente si se es activo y si se realizan largas marchas o se está de pie durante mucho tiempo. Es por ello que el uso de calzado apropiado juega un papel importante en la intención de ofrecerle a los pies la comodidad necesaria para este tipo de actividades.
Los dolores en los pies también varían dependiendo de qué tan acostumbrados estén los músculos, ligamentos y articulaciones a este tipo de actividad. El dolor puede durar desde una horas hasta varios días. Sin embargo, en todos los casos, gracias a unos tratamientos básicos esta afección se puede aliviar.
Tomar un reposo: Quitarse el peso de encima a los pies luego de una larga caminata o estar mucho tiempo de pie es una prioridad. El dolor cederá más rápido, cuando los pies ya no tengan que sostener el peso del cuerpo, ni del propio zapato. A partir de ese momento, limita los períodos de estar de pie, caminar mucho o subir escaleras hasta la recuperación completa y evitar usar zapatos durante el periodo de reposo, ya que de esta maneras se libera la presión que el mismo zapato causa en el pie.
Aplica hielo y calor: En ocasiones, las largas caminatas pueden causar que los pies se hinchen. Si la hinchazón es dolorosa, aplique hielo sobre el área afectada del pie durante 15 ó 20 minutos, tres veces al día. Si no están hinchados, se puede aplicar calor en la zona para ayudar a aliviar el dolor. Deben sumergirse los pies en agua caliente durante 20 minutos y agregar o no aceites diseñados para estimular la circulación sanguínea. Los masajes suaves también pueden ayudar, siempre que los mismos no causen dolor.
Ponerlos en alto: El dolor en los pies es el resultado de la presión constante que se ejerce sobre los mismos al caminar, especialmente sobre el talón. Esta presión puede causar una sensación de dolor punzante en los pies, que será mayor si se usa un calzado apretado. Para ayudar a liberar esta presión, se deben elevar los pies varias veces al día, por un mínimo de 15 minutos. Hacer esto, y mantener los pies en un ángulo que estén por encima de la pelvis, permite que la sangre fluya libremente a través de los pies y las piernas, lo cual calmará la presión acumulada.
Con estas sencillas acciones, lograrás reducir más rápidamente el dolor de pies causado por el mucho caminar o estar mucho tiempo de pie, sin que esto opaque la satisfacción de haberte hecho presente para una importante causa.