Las infecciones vaginales son una afección muy común, especialmente en un país como Panamá, caracterizado principalmente por tener un clima caliente y húmedo. Sin embargo, no solo el clima y la humedad son causantes de infecciones vaginales. Existen ciertos hábitos femeninos que pueden propiciar el desarrollo de ésta frecuente afección.
SaludPanama.com conversó con el médico especialista en ginecología y endocrinología Konstatinos Tserotas sobre éstos hábitos, sus complicaciones y manejo, así como sobre las medidas de prevención que pueden las mujeres poner en práctica para evitar las infecciones vaginales.
"La infección vaginal se caracteriza por tener alguno o todos los siguientes síntomas: secreción, ardor, picazón, irritación, olores e inflamación", explica.
Según Tserotas, existen diversos tipos de infección vaginal, siendo las más comunes las llamadas Candidiasis, que es una infección ocasionada por hongos; Tricomoniazis, que es producida por un protozoario; y Gardnerella o Vaginosis Bacteriana, que es ocasionada por una bacteria.
"Tanto la Candida como la Gardnerella viven normalmente en la vagina, pero mantenidas bajo control por los lactobacillus vaginales, que son el 70% del total y que producen un ambiente levemente ácido", señala Tserotas.
Otros agentes infecciosos son los streptococos y stafilococos, virus como herpes y papiloma, parásitos como escabiosis y piojos. Existen también factores ambientales como el excesivo uso de ropa apretada, la mala higiene, el uso de ropa de fibras sintéticas y de ciertos químicos como jabones, perfumes íntimos, sprays femeninos y baños de burbujas.
Entre los hábitos causantes de infecciones vaginales están:
1.- Uso de ropa apretada: Al no existir ventilación adecuada en la zona íntima, se produce exceso de humedad que eleva la temperatura local. Si no se tiene una adecuada higiene, favorece la aparición de hongos.
2.- Uso de ropa interior de fibras sintéticas: Las fibras sintéticas como el nylon no permite absorber la humedad que se origina en la zona, creando con ello un escenario propicio para la aparición de hongos.
3.- Depilación: El vello púbico, independientemente de que sea agradable o no, tiene un razón de ser: proteger la zona vulvo-vaginal. Es la barrera para que no haya contaminaciones mayores en esta delicada área.
4.- No cambio a tiempo de toallas sanitarias o tampones: El cambio de tampones o toallas sanitarias depende de la cantidad de sangre presente en la menstruación. En el caso del tampón, el mismo debe ser cambiado mínimo cada 6 horas, mientras que la toalla mínimo 2 ó 3 veces al día. La vagina es una cavidad natural que necesita cierta apertura para que exista un flujo constante de secreciones que se generan por dentro. En el caso de las toallas, dependiendo del material pueden causar irritación y propiciar la generación de humedad, que es contraproducente.
5.- Lavado externo excesivo: La limpieza excesiva puede acabar con la flora propia de la vagina, que se encarga de defenderla contra infecciones (por bacterias o hongos), provocando resequedad.
6.- Duchas vaginales a repetición y sin indicación: Las duchas vaginales pueden causar infecciones al alterar el equilibro normal de organismos en la vagina. Y si ya tienes una infección, pueden hacer que esta empeore o se extienda hacia arriba, al área reproductora, u ocultar los síntomas de una infección vaginal, haciendo que sea más difícil de diagnosticar.
El ginecólogo señala que las infecciones vaginales puede presentarse en cualquier momento de la vida de la mujer, pero que durante la menopausia aparecen con mayor facilidad por la atrofia de la falta de las hormonas.
Respecto a los síntomas y signos, Tserotas explica que todas las infecciones irritación y picazón, y se acompañan de secreciones que varían de acuerdo al tipo de infección. La Candidiasis se acompaña de una secreción blanquecina; mientras que la Tricomoniazis de secreción levemente grisácea y espumosa, y la Gardnerella de una gris, líquida y mal oliente.
"Al verla uno sabe, más o menos, cuáles son los causales de la infección. Sin embargo, el diagnóstico se hace realmente tomando una gota de secreción, que se pone en una laminilla con solución salina, que permite identificar cualquiera de los 3 tipos. La Gardnerella se confirma poniéndole una gota de KOH (hidróxido de potasio), que da como resultado un olor específico", señala el especialista al referirse al diagnóstico.
Tserotas indica que no hay consecuencias graves si se diagnostica a tiempo y se trata adecuadamente. Si hay casos en los que la falta de tratamiento puede traer importantes complicaciones, como lo es el caso de la Vaginosis Bacteriana, que expone a la mujer a una mayor facilidad para el contagio de enfermedades de transmisión sexual y amenazas de aborto durante el embarazo.
"Todas estas infecciones se pueden prevenir y es básicamente higiene, buenos hábitos (ropa no apretada, ropa interior de algodón) y no maltratar la piel con depilaciones", precisa.