AChoonLa aparición de los dos primeros dientes, los incisivos de leche, es un momento esperado por muchos padres. Es indicativo de un cambio importante en las capacidades de alimentación de sus hijos. Sin embargo, la salud bucal infantil no comienza en ese momento. Comienza mucho antes, incluso antes del nacimiento.
SaludPanama.com conversó con la odontopediatra Brenda Achon sobre qué hacer en cada etapa.
"La salud bucal del niño comienza desde el vientre materno. Se ha demostrado que existe la posibilidad de contagio de bacterias de madre a hijo, cuando existe alguna enfermedad en la boca, ya sea caries o enfermedades en las encías, por lo que es importante que la madre visite al odontólogo durante sus primeros meses de gestación", destaca la odontopediatra Brenda Achon.
La salud bucal infantil se divide entonces en 4 etapas, que fueron clasificadas de esta maneras en función de las medidas preventivas que contemplan cada una de ellas. "Los métodos de prevención o las etapas de la salud bucal infantil, se dividen en categorías según la edad del niño, y buscan guiar a los padres en los cuidados que deben tener con la dentadura de sus hijos a fin de mantener su salud bucal", explica Achon.
De 0 a 12 meses: De acuerdo con Achon, es importante iniciar la limpieza de la cavidad bucal del niño desde antes de que erupcione el primer diente. Con esto, se eliminan los restos de leche que puedan quedar. Esta acción debe realizarse haciendo uso de una gasa, toalla o pañal húmedo, frotando suavemente los rebordes de la encía en donde en un futuro erupcionarán los dientes, así como la lengua y cachetes.
"Es importante recordar que los gérmenes se pueden transmitir de cualquier persona al bebé, por lo que es importante evitar darle besos en la boca, chupar su chupón o incluso soplar su comida. Esto podría llevar a la aparición de caries", señala.
La odontopediatra indica que aproximadamente a los 6 meses de edad hará erupción el primer diente de leche, que idealmente debe ser uno de los incisivos inferiores. Para aquellos niños que sufren de muchas molestias durante este periodo, en el mercado existen preparados a base de hierbas naturales que pueden ayudar a aminorar estas incomodidades.
Achon precisa que alrededor de este período, se da inicio a la ingesta de alimentos, por lo que es importante mantener hábitos de higiene. Podrá incorporarse el uso de un cepillo dental de cerdas suaves con agua o con pasta dental sin flúor.
La especialista enfatiza en que la primera visita al odontólogo debe ser antes de la aparición del primer diente de leche. De este modo, el profesional podrá guiar a los padres sobre los cuidados que debe tener en cuanto a alimentación e higiene que debe tener con el niño para mantener una buena salud bucal.
12 - 24 meses: "La aparición de más dientes y la inclusión de más alimentos en la dieta, significa mayor cuidado dental. Es importante que los padres ayuden a sus hijos en la limpieza de los dientes, con el cepillo e hilo dental, pues muchos no tienen la habilidad psicomotora para ejecutar dicho proceso adecuadamente", destaca Achon.
La odontopediatra resalta además que la presencia de hábitos como el dedo o el chupón afectarán la posición de los dientes, por lo que es importante retirarlos antes de los dos años de edad.
2 - 5 años: A partir de los dos años, el niño debe seguir sus hábitos de higiene oral supervisado pos sus padres. La odontopediatra señala que aunque pueden ser capaces de cepillarse solos, es importante que los padres estén pendientes de cómo lo hace, y si es necesario, ayudarlos.
Generalmente, a partir de los 3 años, el niño ya presenta su dentición primaria o de leche completa. Esta consiste de 20 piezas dentarias, idealmente espaciadas, que ayudarán al niño en la masticación y fonación.
Otro punto importante es la alimentación. Achon destaca que la alta ingesta de azúcares y carbohidratos, puede aumentar la propensión a las caries. Por ello, recomienda la ingesta mayoritariamente de frutas y verduras y mantener una dieta balanceada.
Asimismo, señala que deben eliminarse los hábitos (chupete o dedo) antes de que salgan los dientes permanentes, aproximadamente a las 6 años.
"A partir de que el niño tiene su dentición de leche completa, podría considerarse de ser necesaria, la colocación de aparatología para corregir los hábitos, pues idealmente éstos debes haber desaparecido al momento del cambio de dentición", señala.
6 - 12 años: Es la etapa se caracteriza por el cambio de dentición. Las primeras piezas en mudarse idealmente son los incisivos inferiores. Generalmente durante este mismo período hacen su aparición las primeras molares permanentes, al final de las arcadas.
Estas piezas son clave en la oclusión final del niño, por lo que es importante mantenerlas sanas. Será conveniente que el dentista aplique selladores de fosas y fisuras para prevenir las caries en dichas piezas.
"La extracción de los dientes de leche flojos puede hacerse en casa. Muchas veces es un momento de gran emoción para el niño, pues el mudar un diente significa que ha crecido, y hasta puede ser una cuestión de status en el colegio", señala la doctora.
Lo importante de hacerlo en casa, según la especialista, es recordar que la pieza debe traccionarse o jalarse verticalmente para evitar la fracturas de huesos corticales muy delgados o el desgarramiento de la encía. Si el padre no se siente capaz de realizar la extracción en casa, y la movilidad del diente le causa al niño molestias al comer o al cepillarse, es preferible acudir ante el especialista, en este caso, el dentista.
Durante la dentición mixta, en la que se tienen dientes de leche y dientes permanentes, si existen problemas de mordida y/o apiñamientos, pueden realizarse tratamientos ortopédicos o de ortodoncia interceptiva, para que las piezas permanentes salgan lo mejor posible dentro de la arcadas, con una oclusión adecuada.
Alrededor de los 12 años, el niño habrá cambiado toda su dentición de leche por la definitiva permanente, y harán erupción los segundos molares permanentes.
"En estos momentos podrían hacerse tratamientos ortodónticos, para conseguir una buena alineación dental con una oclusión armoniosa y estable, acompañada de una buena función de la articulación temporo-mandibular", agrega.